sábado, 2 de junio de 2012

TIC en el aula: Materiales, medios y tecnología educativa


IMPLEMENTACIÓN DE TIC EN EL AULA

Con el apoyo de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) dentro del campo educativo los estudiantes tienen acceso a una extensa gama de información ofrecida por la sociedad del conocimiento en la cual el manejo adecuado de términos y conceptos de cualquier área juega un papel preponderante dentro del aprendizaje y la formación del educando. No obstante y ante esta vastedad de recursos es necesario selección los medios, herramientas y estrategias adecuadas para cada estudiante con base en sus estilos de aprendizaje.
Un medio puede definirse como cualquier forma de instrumento o equipamiento que se utiliza normalmente para transmitir información. Así son los medios, la radio, la televisión, el periódico, el pizarrón, los libros, etc. Un medio educacional es un instrumento para fines educativos. También pueden considerarse medios educacionales además del pizarrón, libros y el profesor las Tecnologías desarrolladas en el campo de las comunicaciones y la informática, tal es el caso de las computadoras, Internet y las herramientas multimedia.
En un sentido amplio, un sistema de instrucción posee ciertos componentes esenciales: mensajes, personas, materiales, equipamientos y técnicas, además de un lugar y ambiente. Normalmente los equipamientos, se piensan en función de sus aspectos físicos (hardware): pizarra electrónica, tabletas, equipos móviles, reproductores de medios digitales y las propias computadoras, que hoy en día son herramientas básicas dentro del proceso educativo.
Los materiales que almacenan los mensajes para transmitir por un medio de esos equipamientos también se denominan medio (software): plataformas educativas, Learning Managment System (LMS), aplicaciones multimedia, blogs, wikis, simuladores, e-books sólo por mencionar algunos.
En general cuando alguien habla de medios educacionales, suele pensar tanto en el equipamiento como en los materiales: no tiene sentido pensar en la implementación de herramientas educativas sin hablar de los contenidos programáticos o la capacitación de los docentes.
Desde el punto de vista técnico es necesario discriminar entre las herramientas tecnológicas y el contenido que habrá de compartir con los estudiantes. Aunque en la práctica estos términos se emplean sin demasiado rigor.

SELECCIÓN DE MEDIOS

La selección de los medios es una parte integral del proceso de desarrollo de materiales de instrucción. Los principales modelos de desarrollo de materiales de instrucción están basados en los establecidos por Briggs (1970) Kemp (1971) Dick (1978) Dib (1974) Chatwick (1975) Zambrano (1975) Chacón de Jiménez (1978) y Ramos (1978), en tanto que los enfoques o teorías conceden importancia a la selección de medios.
Todas las teorías concuerdan en que el problema de la elección de medios es importante, el desacuerdo se refiere a la manera de cómo deben ser escogidos.
Basándonos en las Teorías de Ausubel, la evolución del conocimiento en las áreas de la psicología y la pedagogía, junta con la disponibilidad de las herramientas tecnológicas constituyen los factores que modifican o amplían el papel de los medios para la instrucción. El empleo de esos medios debe acompañar, no sólo al estadio de desarrollo cognitivo del alumno, sino también a la complejidad de los contenidos. Su utilización no se debe restringir a funciones de enriquecimiento o de evaluación, sino que debe de abarcar funciones importantes en la transmisión de información al alumno. Por esa razón, y especialmente después de los grados más elementales, los materiales curriculares, deben seleccionarse en función de los estudiantes y no de los profesores, considerando el contexto social que se atraviesa.
Ausubel afirma que una de las vías más promisorias para mejorar el aprendizaje escolar, consiste en mejorar los materiales de enseñanza (Ausubel, Novack. 1978) e incluye en ellos los medios, dada su obvia relación con los materiales de enseñanza. En esta teoría los medios se vuelven más importantes en la medida en que facilitan el aprendizaje significativo.
De esta manera el autor antes citado recomienda el empleo de la instrucción programada y dice que cuando el contenido de un currículo está adecuadamente preparado y probado con anterioridad y, además, contiene instrumentos para una retroalimentación paralela tiene poco valor utilizar al profesor como un filtro a través de las materias específicas que llegan al alumno.
Cuando el material de enseñanza se transmite directamente a los alumnos, no solo dicho material alcanza su fin en una forma más clara y efectiva sino que puede ser esencia para una instrucción, individualizada, según el ritmo propio del alumno, superando así las limitaciones pedagógicas y físicas de muchos docentes. No se elimina el papel del profesor, sino que se canaliza hacia la estimulación de los intereses, hacia el planteamiento y dirección de las actividades de aprendizaje y hacia la provisión de una retroalimentación más completa e individualizada.
Hoy en día algunos profesores han puesto de manifiesto su apatía por la implementación de las TIC en la educación y han estructurado fuertes barreras evitando el desarrollo de estas herramientas al interior de diferentes centros educativos, además de hacer del conocimiento su franca resistencia al cambio innegable y necesario que atraviesa la sociedad y que incide de manera directa en el proceso de enseñanza-aprendizaje que hoy busca reducir las prácticas docentes basadas en el conductismo para implementar contenidos programáticos y estrategias académicas basadas en el constructivismo.
Ausubel no propone modelos o reglas para la selección de medios, considera varias posibilidades para el empleo de medios y materiales, y sugiere áreas en las que son particularmente útiles. Él utiliza los términos ayudas instructivas en sentido genérico, e incluye en ellos, todos los medios que los profesores emplean con propósitos educativos: libros, cuadernos de ejercicios, modelos esquemáticos, diagramas, demostraciones, laboratorios, televisión, computadoras, etc.
Considera que los materiales impresos son el mejor método de transmisión de aspectos rutinarios de los contenidos. Se puede presentar una gran cantidad de materiales en una unidad limitada de tiempo, y el ritmo de presentación y asimilación queda bajo el control del alumno. En lo que se refiere al empleo de laboratorios de enseñanza Ausubel, afirma que deben circunscribirse a experiencias inductivas o hipotético deductivas para reforzar así el aprendizaje significativo.
El laboratorio no debe utilizarse para meras demostraciones, para ejercicios simples o para recolectar y manipular datos empíricos que pueden presentarse verbalmente o demostrarse visualmente, con mayor eficacia.

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