IMPLEMENTACIÓN DE TIC EN EL AULA
Con
el apoyo de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) dentro del
campo educativo los estudiantes tienen acceso a una extensa gama de información
ofrecida por la sociedad del conocimiento en la cual el manejo adecuado de
términos y conceptos de cualquier área juega un papel preponderante dentro del
aprendizaje y la formación del educando. No obstante y ante esta vastedad de
recursos es necesario selección los medios, herramientas y estrategias
adecuadas para cada estudiante con base en sus estilos de aprendizaje.
Un
medio puede definirse como cualquier forma de instrumento o equipamiento que se
utiliza normalmente para transmitir información. Así son los medios, la radio,
la televisión, el periódico, el pizarrón, los libros, etc. Un medio educacional
es un instrumento para fines educativos. También pueden considerarse medios
educacionales además del pizarrón, libros y el profesor las Tecnologías
desarrolladas en el campo de las comunicaciones y la informática, tal es el
caso de las computadoras, Internet y las herramientas multimedia.
En
un sentido amplio, un sistema de instrucción posee ciertos componentes esenciales:
mensajes, personas, materiales, equipamientos y técnicas, además de un lugar y
ambiente. Normalmente los equipamientos, se piensan en función de sus aspectos
físicos (hardware): pizarra electrónica, tabletas, equipos móviles,
reproductores de medios digitales y las propias computadoras, que hoy en día
son herramientas básicas dentro del proceso educativo.
Los
materiales que almacenan los mensajes para transmitir por un medio de esos
equipamientos también se denominan medio (software): plataformas educativas,
Learning Managment System (LMS), aplicaciones multimedia, blogs, wikis,
simuladores, e-books sólo por mencionar algunos.
En
general cuando alguien habla de medios educacionales, suele pensar tanto en el
equipamiento como en los materiales: no tiene sentido pensar en la
implementación de herramientas educativas sin hablar de los contenidos
programáticos o la capacitación de los docentes.
Desde
el punto de vista técnico es necesario discriminar entre las herramientas
tecnológicas y el contenido que habrá de compartir con los estudiantes. Aunque
en la práctica estos términos se emplean sin demasiado rigor.
SELECCIÓN DE MEDIOS
La
selección de los medios es una parte integral del proceso de desarrollo de
materiales de instrucción. Los principales modelos de desarrollo de materiales
de instrucción están basados en los establecidos por Briggs (1970) Kemp (1971)
Dick (1978) Dib (1974) Chatwick (1975) Zambrano (1975) Chacón de Jiménez (1978)
y Ramos (1978), en tanto que los enfoques o teorías conceden importancia a la
selección de medios.
Todas
las teorías concuerdan en que el problema de la elección de medios es
importante, el desacuerdo se refiere a la manera de cómo deben ser escogidos.
Basándonos
en las Teorías de Ausubel, la evolución del conocimiento en las áreas de la
psicología y la pedagogía, junta con la disponibilidad de las herramientas
tecnológicas constituyen los factores que modifican o amplían el papel de los
medios para la instrucción. El empleo de esos medios debe acompañar, no sólo al
estadio de desarrollo cognitivo del alumno, sino también a la complejidad de
los contenidos. Su utilización no se debe restringir a funciones de
enriquecimiento o de evaluación, sino que debe de abarcar funciones importantes
en la transmisión de información al alumno. Por esa razón, y especialmente
después de los grados más elementales, los materiales curriculares, deben
seleccionarse en función de los estudiantes y no de los profesores,
considerando el contexto social que se atraviesa.
Ausubel
afirma que una de las vías más promisorias para mejorar el aprendizaje escolar,
consiste en mejorar los materiales de enseñanza (Ausubel, Novack. 1978) e
incluye en ellos los medios, dada su obvia relación con los materiales de
enseñanza. En esta teoría los medios se vuelven más importantes en la medida en
que facilitan el aprendizaje significativo.
De
esta manera el autor antes citado recomienda el empleo de la instrucción
programada y dice que cuando el contenido de un currículo está adecuadamente
preparado y probado con anterioridad y, además, contiene instrumentos para una
retroalimentación paralela tiene poco valor utilizar al profesor como un filtro
a través de las materias específicas que llegan al alumno.
Cuando
el material de enseñanza se transmite directamente a los alumnos, no solo dicho
material alcanza su fin en una forma más clara y efectiva sino que puede ser
esencia para una instrucción, individualizada, según el ritmo propio del
alumno, superando así las limitaciones pedagógicas y físicas de muchos
docentes. No se elimina el papel del profesor, sino que se canaliza hacia la
estimulación de los intereses, hacia el planteamiento y dirección de las
actividades de aprendizaje y hacia la provisión de una retroalimentación más
completa e individualizada.
Hoy
en día algunos profesores han puesto de manifiesto su apatía por la
implementación de las TIC en la educación y han estructurado fuertes barreras
evitando el desarrollo de estas herramientas al interior de diferentes centros
educativos, además de hacer del conocimiento su franca resistencia al cambio
innegable y necesario que atraviesa la sociedad y que incide de manera directa
en el proceso de enseñanza-aprendizaje que hoy busca reducir las prácticas
docentes basadas en el conductismo para implementar contenidos programáticos y
estrategias académicas basadas en el constructivismo.
Ausubel
no propone modelos o reglas para la selección de medios, considera varias
posibilidades para el empleo de medios y materiales, y sugiere áreas en las que
son particularmente útiles. Él utiliza los términos ayudas instructivas en
sentido genérico, e incluye en ellos, todos los medios que los profesores
emplean con propósitos educativos: libros, cuadernos de ejercicios, modelos
esquemáticos, diagramas, demostraciones, laboratorios, televisión,
computadoras, etc.
Considera
que los materiales impresos son el mejor método de transmisión de aspectos
rutinarios de los contenidos. Se puede presentar una gran cantidad de
materiales en una unidad limitada de tiempo, y el ritmo de presentación y
asimilación queda bajo el control del alumno. En lo que se refiere al empleo de
laboratorios de enseñanza Ausubel, afirma que deben circunscribirse a
experiencias inductivas o hipotético deductivas para reforzar así el
aprendizaje significativo.
El
laboratorio no debe utilizarse para meras demostraciones, para ejercicios
simples o para recolectar y manipular datos empíricos que pueden presentarse
verbalmente o demostrarse visualmente, con mayor eficacia.